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¿Cómo comienza Manzanas Prive? ¿Quién hay detrás?
Si estáis aquí es porque la curiosidad ya os está picando...
¡Tranquilos, nos encanta!
Aquí vais a encontrar todas las respuestas que estabais buscando.
Así que hacedlo bien: id a por palomitas, un snack, una copa de vino... porque aquí viene lo bueno.
I. Antes de que existiera un nombre, existía un sueño.
Dicen que las grandes ideas nacen en los silencios... en esos instantes donde dos miradas coinciden y descubren que están viendo el mundo del mismo modo.
Así comenzó todo: como una conversación casual entre nosotras, Vega y Noemí, dos jóvenes que, sin saberlo, ya estaban destinadas a construir algo juntas. Entre cafés tardíos, listas de ideas interminables y la sensación de que faltaba algo en el mercado, empezamos a imaginar una propuesta que rompiera moldes, que elevara estándares y que se construyera desde la elegancia, el respeto y la autenticidad.
"Hay proyectos que se piensan. Y hay otros que simplemente se sienten".
Manzanas Prive nació siendo del segundo tipo.
II. Dos jóvenes visionarias: identidad, alma y propósito.
Somos dos mujeres jóvenes que siempre creyeron que la belleza está en los detalles y que la calidad no se negocia. Venimos de mundos distintos pero compartimos la misma sensibilidad estética, la misma ambición por hacer las cosas bien y la misma intuición para reconocer cuando algo vale la pena.
"La visión sin acción es solo un sueño. La acción sin visión es un caos. Pero cuando ambas se encuentran... nace algo extraordinario."
Y eso fue exactamente lo que ocurrió cuando unimos nuestras visiones.
III. El nacimiento, conocimiento y una dosis de rebeldía.
El mundo está lleno de proyectos que nacen desde la necesidad; pocos desde la convicción profunda.
Nosotras observábamos un sector que aunque rodeado de misterio, pedía a gritos una evolución: una apuesta por la profesionalidad, la estética cuidada y el respeto absoluto por todos los involucrados.
Estudiamos, analizamos, investigamos y quisimos hacerlo bien.
Nada fue improvisado, queríamos hacer las cosas bien, de manera responsable, ética y con claridad empresarial. Así entre páginas de estudio, lluvia de ideas y una ambición perfectamente medida, comprendimos que nuestro aporte sería mostrar que aquí también se puede innovar, elevar y dignificar.
"La calidad no se promete; se demuestra."
Y desde ese día se convirtió en nuestro sello.
IV. La estructura invisible que sostiene todo.
Creamos Manzanas Prive sobre bases sólidas, no perfectas, pero sí profundamente pensadas.
Siempre hemos tenido la calidad como punto de partida, no como meta, porque para nosotras no es un destino; es la manera en la que caminamos.
Todo lo que hacemos pasa por un filtro -¿Es excelente o simplemente está bien?-
Si es lo segundo, no sale.
La privacidad no es una promesa, es una obligación, y la cuidamos con el mismo rigor con el que cuidamos la imagen de nuestra marca.
Cada decisión "por pequeña que parezca" tiene detrás análisis, intención y criterio.
Aquí no existe el "ya da igual". Aquí todo importa.
Nosotras lo tenemos claro; humanidad, respeto y trato digno. Sin empatía nada tiene sentido.
No esperamos a que el mercado cambie: lo estudiamos, lo adelantamos, y lo reinventamos cuando hace falta. Si vemos que algo puede hacerse mejor, lo hacemos mejor. Punto.
Por eso somos nuestras evaluadoras más estrictas. Repetimos, revisamos, pulimos, y si algo no está a la altura... se vuelve a empezar. No buscamos ser "una agencia más"; queremos ser la referencia. Y eso exige un estándar que no todo el mundo está dispuesto a sostener... pero nosotras sí.
Queremos que quien confía en nosotras sienta que detrás hay personas de verdad, no máscaras ni automatismos. La transparencia es nuestro lenguaje interno y externo.
"Si tu cliente compra una vez, hiciste una venta. Si vuelve, construiste confianza. Si lo recomienda a otros, construiste una marca." (Steve Jobs)
V. Emprender con pasión: el camino real, el que no se muestra en redes.
Si algo nos enseñó este proyecto es que emprender no es fácil... pero sí profundamente transformador. Hubo días de entusiasmo desbordante y otros en los que parecía que nada avanzaba. Tardes enteras buscando nombres, noches sin dormir definiendo la identidad visual, comernos la cabeza para redactar cada uno de los textos que veis aquí, y un largo etcétera de decisiones difíciles que nos obligaron a crecer.
Pero también hubo momentos mágicos:
Cuando creamos el logo... no era solo un diseño en una pantalla; era nuestro sello, nuestra identidad tomando forma por fin, como si el proyecto respirara por primera vez.
La primera reunión en la que ambas sentimos que esto era real...
Ese instante en el que pasamos de de soñar a materializar, de hablar a decidir. Nos miramos y supimos que estábamos entrando en un camino sin vuelta atrás.
Y llegó la web.
Una de esas noches eternas de café, risas, debate y perfeccionismo del bueno.
Verla terminada fue como ver nuestra visión hecha arquitectura digital: limpia, elegante, cuidada... tan nosotras que parecía que tenía alma propia.
Después vino el espacio físico, nuestra "primera oficina" (jeje ya sabéis de lo que hablamos).
Un lugar que nos costó mucho conseguir... ya sabéis como está Madrid supongo... Hemos transformado todo con mucho mimo, cosas que solo quien emprende desde el corazón entiende. Cada rincón tenía un propósito, cada detalle una intención. Es pequeño pero nos parece gigante porque es nuestro. Al fin y al cabo es nuestro refugio creativo donde pasaremos horas soñando, organizando, aprendiendo y construyendo sin parar.
Y, por supuesto, la primera vez que dijimos en voz alta:
"Estamos construyendo algo grande."
Esa frase que al principio se siente casi tímida... hasta que un día la dices con firmeza porque ya sabes que es verdad.
Todos esos momentos -aparentemente pequeños- fueron los que hicieron que Manzanas Prive dejara de ser una idea para convertirse en algo material, un proyecto vivo, en movimiento, con raíces y alas al mismo tiempo.
"El éxito no es un destino; es un proceso diario, silencioso y constante."
VI. Revelamos nuestra identidad: nos quitamos el velo y nos mostramos sin adornos.
Durante mucho tiempo dudamos si mostrar quiénes somos. La discreción es parte esencial de nuestro ADN, pero queríamos revelarnos en el momento justo... cuando el proyecto tuviera fuerza, raíces y coherencia.
Y bueno... ha llegado el momento.
Revelamos nuestra identidad, así tal cual, a lo natural.
Manzanas Prive no puede contarse sin nosotras.
Muchos ya nos conocen, saben que nosotras (Noemí y Vega) estamos detrás, nos han seguido desde el inicio, nos han acompañado en nuestro crecimiento y han sido parte del camino.
Pero muchos otros no, y por eso sentimos la necesidad de presentarnos de forma abierta, honesta y natural.
"Lo mejor de un proyecto no es lo que logra... sino en quién te convierte."
VII. Este es solo el comienzo
Manzanas Prive sigue creciendo. Evoluciona con nosotras.
Cada día es una oportunidad para aprender, perfeccionar y seguir levantando algo que refleje nuestra visión y nuestros valores.
Y aunque este proyecto nació de dos mentes jóvenes, visionarias y apasionadas... hoy es mucho más; Es una marca con alma, una experiencia construida con ética y un camino que apenas empieza.
Gracias por acompañarnos.
Gracias por sentir esta historia.
Gracias por formar parte de lo que estamos construyendo.
ATT: VEGA Y NOEMÍ
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